Decorá con libertad: no hay error cuando elegís desde el corazón


¿Cuántas veces dudamos frente a una pieza que nos encanta, pero no sabemos si “va con el resto”? ¿O sentimos que necesitamos la aprobación de alguien más para animarnos a incorporar un objeto distinto, con personalidad?

En el mundo de la decoración —como en el arte— no hay una única forma de hacer las cosas. No existe una fórmula exacta ni un manual universal del buen gusto. Hay hogares que se construyen desde revistas, y otros que se construyen desde el corazón. Y en Lotus, creemos profundamente en lo segundo.

El miedo a que “no quede bien”

Una de las frases que más escuchamos en el local es:
"Me encanta, pero no sé si me va a quedar bien".
Esa inseguridad, que parece una duda técnica, en realidad es mucho más emocional: se trata del permiso que (no) nos damos para elegir desde el deseo. Muchas veces aprendimos que decorar es “combinar”, “respetar reglas”, seguir estilos… cuando en realidad, decorar es expresar.

Tu casa no tiene que seguir una lógica externa, sino una interna

No importa si heredaste un sillón de tu abuela, si tu mueble preferido tiene las patas desparejas o si esa escultura que trajiste de un viaje no tiene “nada que ver” con el resto. Si te conecta, si te representa, si te hace bien: ya tiene sentido.

En lugar de buscar que todo combine, buscá que te conmueva.
En lugar de pensar si algo “queda bien”, preguntate si te hace bien.

Una casa con identidad no necesita permiso

Decorá con lo que te emociona. Con lo que te transporta. Con lo que elegiste con calma. Las piezas con historia —como las que traemos a Lotus— no siempre son simétricas, ni perfectas, ni prolijas. Pero tienen carácter, origen. Y muchas veces, eso es lo que hace que un espacio se vuelva tuyo.

El mejor estilo es el que te representa

No temas mezclar, improvisar, experimentar. Porque cuando tu casa te refleja, no hay error.
No necesitás justificar tus elecciones: solo sentirlas.